LAS CRÍAS DE CORZO NO ESTÁN ABANDONADAS... ¡NO LAS COJAS!

Si paseas por el campo tranquilamente y te encuentras una preciosa cría de corzo desvalida, que no camina, asustada y sola, algunas personas en buena fe y como amantes de la naturaleza tratan de ayudarla, se puede pensar incluso que algún cazador desaprensivo ha matado a su madre y se ha quedado huérfana en el mundo.

Si te la llevas a casa y tratas de criarla con biberón o llamas a los Servicios de Medio Ambiente, seguro que piensas que has hecho lo correcto, pero, todo lo contrario, acabas de quitar la cría a una madre.

Tú no la has visto, pero la madre al oír al hombre se aleja y no se deja ver, puesto que es un animal salvaje y su cría, siguiendo el instinto de los cérvidos de pocas semanas de vida, se queda tumbada muy quieta en la hierba, inmóvil, confiando en la seguridad del camuflaje de su mimético pelaje, actitud que adoptan para evitar dejar rastros que puedan ser detectados por los depredadores.

En tu casa e incluso en un centro de recuperación, morirá a los pocos días ya que es bastante difícil sacarlas adelante por el cambio de alimentación, y aunque sobreviva, no podrá liberarse de nuevo en el campo, pues se produce un cambio en su cerebro (troquelado de impregnación psíquica) y empiezan a considerar al ser humano como de su especie, siendo además un grave peligro para nosotros mismos cuando, viviendo en cautividad, ya que los machos cuando se hacen adultos atacan durante la época de celo.

El corzo es una especie silvestre en expansión, presente tanto en bosques como en los albores de las tierras agrícolas. Las hembras dan a luz por estas fechas, entre abril y mayo, dos o incluso tres corcinos, que es como se llama en castellano a sus crías.

Tres sencillos consejos nos señalan el correcto comportamiento en el caso de que nos encontramos a una cría de estos animales en el campo:

No se debe recoger, no está abandonado. Su madre siempre está cerca, observándolo, y le protege.

No se debe tocar, ya que pueden impregnarse de nuestro olor y su madre puede abandonarlo.

No debes permanecer en la zona, ya que impregnamos el entorno con nuestro olor y la madre puede rehusar acercarse, lo que supondría que los chillidos del corcino desvalido reclamando a su madre atraerán a depredadores oportunistas, como el zorro.



Además debes saber que coger y criar en cautividad un animal silvestre, así como extraer animales de un coto de caza es un acto ilegal y furtivo.

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